4.5.17

Confiar en Jesús

Juan 16:33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.  En el mundo tendréis aflicción; pero confiad,  yo he vencido al mundo.

Empecemos por saber algo importante en la vida cristiana, es una de las reglas más ignoradas de la cristiandad moderna, porque muchas iglesias están plagadas de buenos argumentos, conferencistas que enseñan que un cristiano no tiene problemas, o que la vida de la mano de Jesús es siempre más fácil. Es un argumento bellísimo y entusiasta pero equivocado, el cristiano real debe de tener complicaciones, pruebas y dificultades porque Jesús lo dijo –En el mundo tendréis aflicción– además la vida cristiana es una preparación constante para llegar a la estatura del varón perfecto según lo dijo el apóstol Pablo. Por otro lado la prueba constante será el resultado de la enseñanza previa de Dios. ¿Cómo puede probar Dios tu carácter si antes no te ha enseñado? De manera que toda prueba de Dios es el efecto de la enseñanza.

Otra razón por la que el hombre o la mujer cristianos tienen problemas es por la consecuencia del pecado, cuando pecamos fallamos a nuestro padre celestial y como Él dijo, es necesario reprender a los hijos que se ama (proverbios 3:12) y si deseamos ser hijos pero que no se nos reprenda ni corrija seriamos mas bastardos que hijos (Hebreos 12.8

El trato de Dios es otro de los casos importantes por los que las cosas no salen como deseamos y aunque la biblia no enseña exacto lo que es TRATO DE DIOS, por costumbre popular cristiana podemos entender que es cuando Dios obra con algún fin específico sobre nuestra vida. Es decir, Dios hace lo que quiere porque es soberano y nosotros se lo pedimos – Venga tu reino. Hágase tu voluntad,  como en el cielo,  así también en la tierra– (Mateo 6:10) de esta manera entendemos que debemos poner nuestros planes en manos de Dios pero al final, su voluntad soberana será la que decida por nosotros que es lo mejor, el problema empieza cuando no aceptamos dicha voluntad aun cuando primero pedimos que hiciera lo que Él quisiera. 

Sea prueba o consecuencia o trato de Dios a los hijos que le aman, siempre será de beneficio porque el Señor estará trasformando el carácter humano que debe ser tratado entendiendo que bajo la voluntad y el dominio del Rey Eterno todo lo que pase en nuestra vida será para bien (Romanos 8:28).

Entonces podemos entender por qué Pablo decía a los filipenses:
Regocijaos en el Señor siempre.  Otra vez digo: ¡Regocijaos! 
Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres.  El Señor está cerca. 
Por nada estéis afanosos,  sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,  con acción de gracias. 
Y la paz de Dios,  que sobrepasa todo entendimiento,  guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 
Filipenses 4:4-7