30.1.22

Tu Torre de Babel

Génesis 11:4
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
 
Una vez el hombre quiso edificar una inmensa obra arquitectónica, a manera de torre, que sirviera de distintivo como pueblo y que los llenara de orgullo. Y más que esto, querían buscarse un "nombre" propio, que los identificara como nación. La rebeldía interior del ser humano en contra de su Creador le lleva a pensar que sus propios logros son lo más importante. No se conformaron con ser seres dependientes de Dios, sino que querían buscarse un nombre que marcara la frontera entre ellos y el Creador, buscaban ese nombre o título de triunfadores que les hiciera sentirse especiales.
 
El espíritu de los constructores de Babel es:
- No necesito a Dios, yo puedo construir mi propia religión cuyo "dios" sea mi egocentrismo.
- Yo soy un triunfador, puedo construir mis propios triunfos, logros y titulos.
 
Sabemos por el relato bíblico, que Dios confundió las lenguas de la multitud de personas que edificaban la torre (Pues al principio hablaban todo un único idioma.) El resultado fue que ya no podían comprenderse entre sí y no pudieron seguir edificando, quedando la obra así inconclusa. Babel quiere decir "confusión", y ese es el resultado que se proyecta en el hombre, cuando éste aparta su corazón de Dios; cuando intenta construir su "propia religión amadora de sí mismo". No tenemos la torre de babel en nuestros días, pero sí el espíritu de sus constructores, que se manifiesta en aquellos hombres y mujeres que rechazan el verdadero evangelio de Cristo; porque al parecer tienen un proyecto de vida mejor sin Dios.
 
A causa del pecado, el ser humano está muy lejos del Dios de los cielos; por eso el mismo Dios, tuvo que bajar en forma de hombre (Jesucristo) para venir a rescatarnos y darnos vida juntamente con Él.
 
Juan 6:33
Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
 
Estimado amigo/a:
¿Está Dios fuera de tu sistema religioso?
¿Te has edificado una torre de Babel interna, para que, en las alturas de tu orgullo, nadie pueda decirte que sin el perdón de Dios estas perdido?
 
Cristo vino a este mundo a dar su vida en la cruz por ti y por mí, para que pudiéramos alcanzar a Dios. Todos nuestros esfuerzos por elevarnos por encima del creador so ¿n vanos y equivocados, no traen otra cosa, que confusión y tristeza a nuestra alma. Todo pensamiento altivo que llegamos a tener en el cual nos intentamos convencer de que “somos enteramente capaces” o que somos “merecedores de aplausos” por los esfuerzos realizados es una torre de babel interna que nos aleja de Dios. Te invito a que creas en este día, que el "único camino" que conduce al cielo es Cristo.
 
Juan 14:6
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
 
Deja de lado tus construcciones y proyectos de vida vacíos, que no lograrán jamás edificar algo bueno, los materiales de nuestra autodeterminación no son suficientes para alcanzar la gloria, solo la dependencia interior por Cristo nos puede llevar a la Vida Eterna.
 
1 Corintios 3:11
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
 
Salmo 127:1-2
Si Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia.
Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
Y que comáis pan de dolores;
 
Abandona tu propia torre de Babel y edifica de verdad, edifica tu vida sobre Cristo y encontraras la salvación de tu alma.

 

10.9.20

¿Ladrón o mensajero?

 

Anoche me visitó un ladrón. Vivo con mi esposa y con mi hija de cuatro años, y supongo que el temor de todo hombre de familia que vive con dos mujeres es que alguien extraño intenté irrumpir en su casa. Bueno, anoche nos visitó un ladrón, lógicamente todo para mí fue abrumador, sin embargo, me dejó una gran enseñanza.


Romanos 8:28
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman,
los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.


Justo a las 3:00 am desperté con mucha sed, me levante y tomé agua, me senté en la sala en medio de la oscuridad a orar mientras que arreciaba la lluvia afuera, por algunos momentos estuve así, me dirigí a mi habitación y me acosté con mi hija que había querido dormir conmigo, no podía conciliar el sueño así que tomé mi celular y en Fb me apareció un vídeo de una predicador que hablaba de una profecía acerca de que el Señor Jesucristo viene ya, lo miré hasta que terminó y entre sus palabras hacía alusión a varios textos bíblicos sobre velar y orar, curiosamente en mí predicación de éste domingo sobre Isaías 55 hable del versículo 6:

 

Isaías 55:6

Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano.

 

Le hable al pueblo sobre buscar a Dios y que esto no solamente es en la iglesia (porque a la reunión vamos a aprender cómo debemos buscar a Dios y la práctica es afuera en la vida cotidiana y en los espacios de intimidad) el profeta decía que debemos estar atentos a la venida de nuestro Señor, que estemos despiertos y vigilantes, que viene un tiempo difícil para el pueblo de Dios pero que los fieles permanecerán hasta el fin. Hasta aquí todo me pareció muy cotidiano, uno suele considerar estos mensajes como parte de la doctrina bíblica regular y si bien, le damos importancia, ahora mismo considero que es más relevante de lo que estoy acostumbrado, aun sabiendo que mi estándar para ese tipo de mensajes es prioritario. Justo cuando el video acabó escuché un golpe seco, como si algo hubiera caído en el piso de arriba, aunque me pareció extraño porque se oyó dentro de la casa, esperé lo mejor, pero imaginé lo peor. Me asomé con cautela por la ventana de la habitación que da justamente en escuadra a la puerta de la entrada, abriendo solo una ranura en la cortina apenas necesaria para mirar con un ojo, No vi nada.

 

Me dirigí en silencio a la sala y mire por esa ventana en la misma manera, tampoco había nada así que abrí un poco más la cortina, limpie lo empañado del cristal y acerqué mi cara aún más. Ahí estaba un hombre vestido de una chamarra caqui larga, con gorro cual típico ratero, delgado, demacrado, con sus líneas de expresión bastante marcadas, a punto de asestar un golpe al cristal con un sacacorchos a la altura de mi cara, se detuvo en seco cuando me vio, quedo paralizado al igual que yo, estuvo a punto de acertar el golpe sobre mi cara y nada. Solo Dios lo detuvo en el momento indicado. Llame a mi esposa y encendimos las luces.

 

El hombre nervioso, confundido y evidentemente aturdido caminó por la privada queriendo parecer casual, le grite que venía la policía mientras la llamaba por el móvil. La cual nunca llegó a nuestra cordial pero eufórica llamada de auxilio, sin embargo, un versículo se clavó en mi cabeza. 

 

Mateo 24:43

Pero entiendan esto: Si un dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto para no dejarlo forzar la entrada. 

 

Este hombre no se llevó nada, ni siquiera logró romper el cristal, no parece que haya dañado otras casas, parece que vino directamente a mirarme entre las sombras y para él, seguramente fui una sorpresa a su profesión, porque lo vi cara a cara. Estoy seguro de que Dios tendrá misericordia de ese hombre conforme a su voluntad, en cuanto a mí, me dejó una gran lección, es tiempo de orar y velar, no sabemos cuándo venga nuestro Señor Jesucristo, pero si podemos estar atentos, buscándole en intimidad, velando y orando, esperando su llegada como una novia que anhela a su amado, o como el padre de familia que vela atentamente por si el ladrón se acercara. Porque no sabemos cuándo venga nuestro Señor, pero cuando lo haga, será sorpresivo. 

20.6.19

Descansa en Él



Durante estos últimos días he estado enfermo, me quedé en casa por esta razón y desde ayer quería escribir algo al respecto pero no encontraba la concentración adecuada, de manera que me fue muy difícil concretar una idea que pudiera transmitir como lo deseaba, he tenido fiebre y malestar general por alguna infección en la garganta, esto me llevó a estar en cama pero debo confesar, la cama era un desastre, hacía calor, luego frío, luego estaba húmeda, luego demasiado incómoda, llegué a sentirme más cansado que cuando me acosté, era como si hubiera apilado un montón de fierros y dormido sobre ellos, sin una posición de comodidad, durante la noche no podía dormir y despertaba sofocado y en el día sudaba hasta empapar mi ropa. Así pues, descubrí que el problema no es la cama, el problema soy yo.

¿Cuántas veces has sentido que todo a tu alrededor está mal? Estoy seguro de que en muchas ocasiones te ha pasado, ahora hablamos el mismo idioma; muchas veces sentimos que las cosas no son de nuestra comodidad, las finanzas no anda bien, la situación emocional o sentimental nos tiene preocupados, la relación en la familia está en declive, pero deberemos aprender a decir, “el problema no es la cama, soy yo”; y es que la enfermedad que he tenido me sirvió para entender que la vida del cristiano muchas veces está así, esperamos a que venga Dios a resolver las cosas no como un doctor sino como el genio de una lámpara, es como si le pidiéramos en medio de la enfermedad, que cambiará nuestra cama en vez de cambiar nuestro estado físico y Él mismo nos dice –¡yo quiero sanarte!– a lo que respondemos a veces inocentemente o en ocasiones de manera orgullosa –yo lo que quiero es que las circunstancias cambien– es como si no reconociéramos que lo que nos hace sentir mal está dentro de nosotros y bien, muchos no lo reconocemos hasta que es demasiado tarde, muchas veces he escuchado este tipo de argumentos:
-si mi esposo cambiara todo estaría bien
-si ganara más dinero podría diezmar
-si tuviera un mejor carro podría ir a servir a Dios
-si no me cansara tanto en el trabajo, podría ir a las reuniones los domingos
-si no me hubiera hecho tanto daño, si podría perdonarle
-etc.

Los cristianos anteponemos una condicionante a nuestra relación con Dios y con otros, también condicionamos nuestro desarrollo social como hijos de Dios, es decir, intentamos justificar el porqué no nos comportamos según lo que Dios nos pide, queriendo que Dios cambie la situación que vivimos o por decirlo de manera alegórica, solo queremos que nos cambie la cama mientras que lo que está realmente mal lo está dentro nuestro.

Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos;
mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Mateo 8:20

Mientras que pasaba los horas incomodo en mi cama entendí que el descanso físico es importante, pero más allá de eso el descanso espiritual es lo más importante, en verdad si las circunstancias fueran más favorables cualquiera de nosotros podría estar en calma pero en el Reino de Dios la comodidad física solo es vanidad y es añadidura, el descanso en Jesús implica la verdadera conformidad en todo a través de su dominio y poder, es decir, confiamos en Cristo pase lo que pase, teóricamente eso es fácil de repetir; sin embargo y en la práctica es mucho más difícil de lo que se cree, hay que hacer acopio de una gran cantidad de fe para encontrar descanso espiritual, Jesús nos dice claramente que Él es el descanso perfecto

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,
y yo os haré descansar.
Mateo 11:28

Entonces no cambiaremos de cama sino que nuestro estado emocional, espiritual y hasta físico debe ser recostado en Cristo Jesús. Así, aunque no cambien las circunstancias, si encontraremos la paz que requerimos. Ya que Él quiere sanarnos y quitar todo lo que nos está dañando por dentro. Para ello hay que quitar todo orgullo y reconocer que somos nosotros mismos quienes requieren un cambio, cuando el Señor obra en nuestro interior y logramos encontrar deleite en su reposo, entonces Dios puede o no cambiar nuestro entorno que para el caso dará igual porque habremos podido descansar en Él y en su amor que transforma nuestros corazones.

Mientras que la gente del mundo busca más comodidad para su vida diaria, nosotros debemos buscar el reposo en Cristo, hoy vemos que los simples buscan más seguridad en sus colonias, nosotros tenemos seguridad en Cristo; vemos a los hombres exigiendo al gobierno recursos y ayudas, nosotros tenemos al proveedor y dueño de todo a nuestro alcance; hay gente exigiendo programas de salud pública y nosotros tenemos al Dios que sanó nuestras dolencias en la cruz del calvario; así, nosotros tenemos a Cristo que es nuestro reposo perpetuo y hay que reconocerlo como tal, hay que saber cómo llegar a Él y descansar.

Nuestra cama no cambiará, lo que debe cambiar es lo que está mal dentro de nosotros y ser limpios de toda enfermedad espiritual, moral y ¿porque no? También física. Quitemos todo argumento o justificación y aceptemos la sanidad interior con humildad y sabiduría como un agente de cambio en nosotros mismos


¡Tu decides! puedes quedarte con la enfermedad tanto como quieras, esperando a que Dios cambie tu situación o puedes descansar en Jesús a pesar de todo y ver como Él viene a sanar todo lo que hay en tu corazón.


8.2.18

No te dejaré


En estos últimos meses han ocurrido una serie de eventos no muy agradables según nuestra manera de ver, sin embargo, en ningún momento el Señor nos ha dejado, por el contrario, puedo afirmar que lo que hemos vivido como iglesia, como grupo ministerial y pastoral, es con un propósito claro de Dios, está trabajando en nuestra paciencia, fe y misericordia.

A lo largo de este desierto hemos podido ver la mano de Dios sosteniendo nuestras vidas y ministerios sin falta alguna, de manera clara el Señor se muestra ante nuestros corazones y nos impulsa a seguir adelante, el día de hoy un versículo bíblico ha estado constante en mi mente, al tiempo que vienen parte de las circunstancias y personas que quieren detener la obra de Dios.

Para ser un poco más claro con respecto a las circunstancias, puedo decir que hay gente peleando territorios que ya le pertenecen a Dios y posesiones materiales así como intereses humanos y vanos de los cuales nosotros mismos abdicamos hace ya tiempo, sabiendo que nada material puede satisfacer nuestra necesidad mas importante como lo es Jesucristo.

El verso que tenía en la mente es Hebreos 13:5

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora;  porque él dijo: No te desampararé,  ni te dejaré; Hebreos 13:5

De lo cual entiendo la palabra “costumbre” como algo sumamente importante, la idea vivir sin avaricia debe ser constante, una práctica que llene la vida de los hijos de Dios así como la gratitud por la provisión de Dios. Estos dos atributos, la práctica de no ser avaricioso y la gratitud por lo que Dios ha dado, básicamente están unidos por el contentamiento, al entender con alegría los términos en que Dios nos provee podremos estar felices de lo que tenemos y lo que no; aun cuando no entendemos los medios por los que Dios provee a sus hijos podemos contentarnos con lo que tenemos por medio de la fe.


Bajo las circunstancias que nos rodean en el ministerio nos hemos dado cuenta de que el mundo pelea cosas materiales y Jesús nos ha llevado a ver su provisión cada día, no tenemos que pelear por nada material porque nuestro tesoro no es de esta tierra, nuestro tesoro es la persona de Jesucristo. ¿Qué mayor tesoro podría tener el hombre? Si nuestra porción, nuestra heredad es el mismo Jesús. Él mismo prometió que no nos desampararía, ni nos dejaría. Bajo esa promesa podemos ver la paternidad de nuestro Dios y el constante socorro que podremos experimentar de su mano. Sin embargo, para experimentar esa provisión hay que abdicar de todo lo material, renunciar a todo lo que es vanidad y se disuelve, para creer en un mundo espiritual en el que la provisión de Dios se vuelve constante y equivalente a la fe que tenemos sobre su provisión.

19.9.17

Integridad

Desde el punto de vista bíblico, la integridad se constituye como una característica vital en el crecimiento espiritual del discípulo; la integridad ofrece la seguridad de que el material del que está hecho el cristiano es real y acepto ante Dios, también es una prueba de que el carácter del cristiano se ha modificado según la gracia de Dios para el bien del hombre y el agrado ante el Todopoderoso.

La integridad se sugiere como: entereza moral, honorabilidad o pureza, cualidades del hombre que solo son aprendidas de Dios y aun no lo saben.


Pro 28:18  El que en integridad camina será salvo;
Mas el de perversos caminos caerá en alguno.

Está claro que la salvación no se gana por medio de las obras pues Tito 3:4-5 dice:

Tit 3:4  Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador,  y su amor para con los hombres,
Tit 3:5 nos salvó,  no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,  por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

Entonces ¿a qué salvación de refiere proverbios 28:18?
Pues a la misma salvación eterna, solo que ya no en el sentido del primer perdón que recibimos cuando llegamos a los pies de Cristo, sino al proceso de salvación en el cual todos estamos y que termina el día de nuestra muerte, por ello la integridad de carácter se vuelve fundamental pues garantiza que nos encontraremos limpios y sin mezclas de carácter ante Dios el día que rindamos cuentas.

Sal 24:3   ¿Quién subirá al monte de Jehová?
 ¿Y quién estará en su lugar santo?
Sal 24:4  El limpio de manos y puro de corazón;
 El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
 Ni jurado con engaño.

Cuando el salmo 24 nos habla de El limpio de Manos nos enseña del hombre que en sus obras, o bien dicho, que en la obra de sus manos no hay culpabilidad ni pecado que perseguir pues están limpias de toda maldad, básicamente porque la integridad del hombre se define externamente por medio de sus obras. Todo aquello que el hombre hace lo define ante la sociedad, ningún detalle por minúsculo que parezca carece de valor o importancia ya que cada momento, cada segundo en la vida del hombre es parte de una gran cadena de hechos que definirían el concepto que tendrán de él quienes le han conocido, sin mencionar que las manos limpias representan para Dios la pureza de las obras y el trabajo honrado.

El salmo 24 también menciona otra condición: el puro de corazón; porque finalmente para Dios lo realmente valioso esta en el corazón del hombre, aquello que solo Él Todopoderoso y Eterno conoce, pues los hombres pueden ser engañados por medio de las obras; pero la integridad y pureza en el corazón del hombre le agradan, pues no existen dobles intenciones, no existen vanos deseos disfrazados de honradez, no existen afanes ni afectos camuflados en ese ser. Su alma está hecha de la misma sustancia, sin mezclas ni adulteraciones. Por estas razones el Señor condiciona por medio de este canto la salvación, pues cualquiera puede ser integro de obras y malvado de corazón, pero solo el puro de corazón tendrá obras de integridad.

Job 31:5 Si anduve con mentira, Y si mi pie se apresuró a engaño,
Job 31:6  Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad.

Sal 139:23 Examíname,  oh Dios,  y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
Sal 139:24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.

Si queremos ser agradables a Dios tenemos que comportarnos íntegramente, eso quiere decir que todas las aéreas de nuestra vida deben estar gobernadas por Dios y sus leyes, tenemos que ser fieles en todo, no solo en las cosas que nos parecen más fáciles, la integridad y entereza se logran solo por medio de la lectura bíblica, porque la propia palabra de Dios nos enseñará cómo comportarnos, como responder, como administrar, como tratar a nuestra familia, como hablar, como conducirnos, como hacer negocios, etc. Todo lo que yo necesito está en la palabra de Dios pero tenemos que estar dispuestos a abandonar los caminos que nos llevan por oscuras veredas.

No es fácil comenzar un camino de integridad, pero con fe, disciplina y disposición se puede lograr; podemos definir entonces que la integridad nos llevará por camino de rectitud y orden, el parámetro que tenemos para identificar como es nuestra integridad es muy sencillo y esta siempre a la vista:
1- ¿Cómo me comporto con los demás?
2- ¿Cómo respondo a los demás?
3- ¿Cómo me comporto cuando no están o no me ven los demás?
4- ¿Cómo pienso de los demás?
5- ¿Cómo hablo a los demás?
6- ¿Cómo actúo cuando algo no me conviene?
7- ¿Cómo actúo cuando hay circunstancias a mi favor?


Con esos 7 cuestionamientos parece fácil entender en gran manera que tan íntegros somos, pero muchas veces pensaremos muy bien de nosotros mismos, y creeremos que estamos en lo correcto; si eso pasa en su caso LE RECOMIENDO tenga miedo de sí mismo, podría estar siendo vanaglorioso u orgulloso y volviéndose incapaz de reconocer sus fallas.

12.9.17

Luz y Amor

Hace un tiempo hablaba con un cristiano que me decía -los que somos de Cristo ya no podemos llevarnos con borrachos o prostitutas- eso me llevo a pensar muchas cosas a cerca de lo que creemos como hijos de Dios y aunque mi postura ante tal asunto está muy definida hace mucho tiempo, quiero explicar porque estoy en contra de esas aseveraciones peligrosas.

Es bien cierto que la vida del creyente debe cambiar en cuanto empieza a conocer y amar a Dios, porque no se trata de religión, sino de hacer la voluntad de Cristo cada día de nuestra vida, supongo que eso es lo que deberíamos entender todos los que nos acercamos a la cruz de Jesucristo pues en si misma cargó nuestras penas, dolencias, castigos y condenas, perdono nuestros pecados y nos salvó; ahora bien, la condición de dónde venimos fue borrada pero no debería ser olvidada por aquellos que fuimos perdonados, pues esa misma condición de suciedad y vileza nos permite reconocer de por vida la obra redentora del Maestro. No ya para que vivamos de la misma manera sino para testimonio de los hombres y por ende como prueba del gran amor de Dios.

Cuando olvidamos aquella vieja condición de pecado de la cual fuimos rescatados, podemos cometer un error aun peor; me refiero a creer que por propio merito somos santos, eso claro, tiene que ver con la autosuficiencia y el orgullo; pero considero peor aún, creer que somos santos reconociendo que Jesús nos santificó y no entender que debemos compartir esa Gracia, pues conociendo el gran amor de Dios no ejecutamos ese mismo amor, no aprendimos a amar ni a darnos como sacrificio vivo a otros.

Cuando en las iglesias nos llamamos discípulos de Cristo, queda claro que demos hacer las obras del maestro, pues eso es lo que enseñó. De manera que nadie que quiera ser un discípulo de Jesús puede creer que vino al mundo a apartarse de los hombres pecadores, nosotros fuimos perdonados y convertidos en Luz de este mundo, llamados a anunciar las virtudes de aquel que nos llamo de tinieblas a su luz admirable y por ende a compartir esa luz. Y a compartirla con Amor no como jueces o como verdugos, sino como el hijo de Dios que se entrego a sí mismo, pues solo con amor se comparte la luz de Cristo. Recordando que:

Lamentaciones 3:22  Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,  porque nunca decayeron sus misericordias.

Porque ninguno merecíamos ese amor, pero lo dio por su misericordia y fidelidad. Así que nuestro trabajo es llevar ese amor a los borrachos y prostitutas, mostrarles que Cristo no señala ni avergüenza pero ama con verdad y nosotros somos los brazos de Cristo en esta tierra.

22.8.17

La Entrega de Cuentas


Después de haber hablado en el capítulo 24 de Mateo sobre las señales que vendrían antes del fin, Jesús refiere 3 enseñanzas que están estrechamente conectadas con su regreso. El capítulo 25 nos muestra la parábola de las vírgenes, la parábola de los talentos y el juicio a las naciones; al observar detenidamente dichas enseñanzas nos damos cuenta (como ya dijimos) de que tienen un factor común <<El Regreso de Cristo>>. Ahora bien, hay diferencias considerables entre los personajes de las parábolas y nuestro trabajo es ubicarnos simbólicamente entre estos.


Las Vírgenes
(Mateo 25:1-13)
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas,  salieron a recibir al esposo…

Es bien sabido que las mujeres en la biblia representan un gran número de veces, a la iglesia que vendrá a recoger Jesús, sin embargo, una cosa es ser mujer y otra es ser virgen, en este punto debemos considerar que Jesús no solo viene por una iglesia sino una iglesia virgen, no mancillada, no prostituida, no adultera, sino que se conserva pura y santa en espera de su Amado; el texto simbólicamente habla de diez vírgenes, está claro que esto no reduce la cantidad de iglesias, solo nos regala datos extras en el subtexto.

Si usted estudia la numerología en la biblia puede encontrar grandes verdades que arrojaran un brillo espectacular sobre el texto; por ejemplo, diez es número de la ley y cinco es número de gracia, el texto nos dice que cinco de estas vírgenes fueron sensatas y cinco fueron insensatas, puedo entender un par de cosas aquí, cinco vírgenes representan iglesias en la gracia que se salvan a la venida de Cristo, las otras cinco aunque están en el tiempo de la gracia no se salvan por ser insensatas, no podemos conformarnos con creer que estamos en la gracia y nos salvamos por ello, porque seriamos insensatos, sería confiarnos en el hecho de la salvación como la libre que se duerme en el camino y pierde la carrera. El número diez por otro lado me enseña mucho en este texto, hace algún tiempo alguien me dijo que la ley es maldición y que por ello nada de la ley se debe cumplir (imagino que lo dijo en referencia a Gálatas 3:13) pero creo que el que vive bajo la gracia cumple la ley porque la ama, no por obligación sino por amor. Así pues deduzco que las cinco vírgenes vivían bajo la gracia pero cumplían la ley por amor y por ello se salvaron, pues no descuidaron el aceite.

El aceite en la biblia puede representar frecuentemente la unción del Espíritu Santo, ahora, las cinco vírgenes son llamadas insensatas por no prever que necesitarían aceite para sus lámparas en medio de la oscuridad, así como Jesús nos regala un guiño a su regreso (vendrá como ladrón en la noche) también nos habla de la antigua costumbre Judía de bodas en la que el Novio venia en medio de la noche por su amada, dicha costumbre era conocida por las doncellas y jóvenes judíos de aquel momento, así que cuando Jesús menciona la insensatez de las cinco vírgenes casi resulta cómico que aun sabiendo dicho dato, no previeron el aceite.

El aceite (como ya dije) puede representar la unión del Espíritu Santo, esto muchas veces es interpretado de manera incompleta en las iglesias, suponemos en las reuniones que el Espíritu Santo se manifiesta en sueños y visiones solamente pero la realidad del fruto del espíritu es mucho mayor

Mas el fruto del Espíritu es amor,  gozo,  paz,  paciencia,  benignidad,  bondad,  fe, mansedumbre,  templanza;… Gálatas 5:22-23a

El fruto del Espíritu se manifiesta en la vida diaria, si usted lee con atención vera que lo que dice Gálatas son atributos personales que se demuestran en la vida diaria, no solo en las iglesias.

El primer personaje que Jesús viene a recoger simbólicamente es una virgen que cuida el aceite; es decir, una iglesia que vive en la gracia pero cuida la vida diaria mediante la ley de Dios que está escrita en su corazón.

Los Siervos y Los Talentos
(Mateo 25:14-30)

Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes…

Los siguientes personajes que encontramos son los siervos, estos tienen una característica hermosa, son gente que trabaja para el Señor conforme a lo que Dios ha puesto en ellos, existen diferentes tipos de Talentos, y aunque el texto se refiere a una medida económica, está muy estrechamente enlazado con las características y dones personales de los siervos, cada uno de los que servimos a Dios fuimos llamados para servir en diferentes aéreas y circunstancias según lo que Dios ha predispuesto para nosotros.

Los siervos por excelencia son administradores y mayordomos de lo que Dios les ha dado, pero la diferencia entre estos es como administran los bienes espirituales; esto es muy similar a lo que leímos en la parábola de las vírgenes, los siervos todos trabajan para el mismo Señor, todos tienen características de servidores pero lo que define quien es aprobado por el Señor solo radica en quien quiso administrar y multiplicar, lo que el siervo malo le dice a su Señor en el verso 24 toma gran énfasis cuando lo comparamos con la parábola de las vírgenes.

Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo,  y fui y escondí tu talento en la tierra;  aquí tienes lo que es tuyo.  Mat 25:24-25 

Podemos notar la misma circunstancia, suena terrible que aun sabiendo lo que su Señor le pediría simplemente no lo hizo conforme a lo que debía hacer. Entonces el segundo personaje que Jesús viene a recoger es un Siervo que trabaja y multiplica lo que Dios le ha dado.

El Juicio a las naciones
(Mateo 25:31-46)

Mat 25:32  y serán reunidas delante de él todas las naciones;  y apartará los unos de los otros,  como aparta el pastor las ovejas de los cabritos…

El tercer personaje al que Jesús nos remite, son las ovejas o los cabritos aunque en esta ocasión añade un símbolo más, se llama a si mismo Pastor, esto quiere decir que la separación entre unos y otros va mas allá de las obras de ambos, pone como primer parámetro de separación el pastorado de Jesús, aquellos que no son parte de su rebaño quedan automáticamente excluidos, A MODO DE SÍMBOLO diré que los tigres están excluidos, los perezosos, los gusanos, los parásitos, los perros, los gatos, etc. Todo aquel que no sea parte del rebaño queda excluido.

En el verso 34 el Pastor nombra a los de la derecha (las ovejas) Benditos de mi Padre  y Herederos del Reino, es un titulo que toda oveja de Dios debería anhelar, en primer lugar por el significado claro que esto tiene, y en segundo lugar porque el que llama a las ovejas con ese adjetivo es Cristo mismo. Ahora bien la pregunta sería ¿Cómo puedo ganar que Jesús mismo me llame así? La respuesta es muy clara y está en el verso 35

Porque tuve hambre,  y me disteis de comer;  tuve sed,  y me disteis de beber;  fui forastero,  y me recogisteis; estuve desnudo,  y me cubristeis;  enfermo,  y me visitasteis;  en la cárcel,  y vinisteis a mí.

Una verdadera Oveja Bendita de Dios y que Heredará el reino hace todas estas cosas con los que lo necesitan, no quiero decir que por las obras somos salvos pues nadie se salva por sus hechos, mas bien, la oveja que lleva a cabo todas estas cosas da testimonio de su cristianismo correcto y perfecto. Al final podemos entender que los cabritos que son parte del rebaño de Cristo no las hacen y los llama <<malditos>>, esto es un terrible adjetivo para alguien que quiso seguir a Cristo pero está justificado en el entendido de que no hicieron su deber, aun sabiendo que debían hacerlo.


Podemos ver en este capítulo ante la rendición de cuentas que pedirá el Señor en el fin de los tiempos que el señor busca gente administradora, así las ovejas como las vírgenes, como los siervos, todos ellos debían ser buenos administradores de la gloria de Dios en sus vidas, el Señor no se conforma con seguidores sino con hacedores de la buena voluntad de Dios, nuestro Dios no necesita hijos negligentes ni insensatos que pasen su vida en las iglesias, que sabiendo el bien no lo hacen, sino gente que aprenda y haga lo que Él quiere; la mano que se extiende y ayuda al necesitado siempre es enviada de Dios y administra bien los talentos, los dones y el Espíritu Santo en su vida.