19.9.17

Integridad

Desde el punto de vista bíblico, la integridad se constituye como una característica vital en el crecimiento espiritual del discípulo; la integridad ofrece la seguridad de que el material del que está hecho el cristiano es real y acepto ante Dios, también es una prueba de que el carácter del cristiano se ha modificado según la gracia de Dios para el bien del hombre y el agrado ante el Todopoderoso.

La integridad se sugiere como: entereza moral, honorabilidad o pureza, cualidades del hombre que solo son aprendidas de Dios y aun no lo saben.


Pro 28:18  El que en integridad camina será salvo;
Mas el de perversos caminos caerá en alguno.

Está claro que la salvación no se gana por medio de las obras pues Tito 3:4-5 dice:

Tit 3:4  Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador,  y su amor para con los hombres,
Tit 3:5 nos salvó,  no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,  por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

Entonces ¿a qué salvación de refiere proverbios 28:18?
Pues a la misma salvación eterna, solo que ya no en el sentido del primer perdón que recibimos cuando llegamos a los pies de Cristo, sino al proceso de salvación en el cual todos estamos y que termina el día de nuestra muerte, por ello la integridad de carácter se vuelve fundamental pues garantiza que nos encontraremos limpios y sin mezclas de carácter ante Dios el día que rindamos cuentas.

Sal 24:3   ¿Quién subirá al monte de Jehová?
 ¿Y quién estará en su lugar santo?
Sal 24:4  El limpio de manos y puro de corazón;
 El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
 Ni jurado con engaño.

Cuando el salmo 24 nos habla de El limpio de Manos nos enseña del hombre que en sus obras, o bien dicho, que en la obra de sus manos no hay culpabilidad ni pecado que perseguir pues están limpias de toda maldad, básicamente porque la integridad del hombre se define externamente por medio de sus obras. Todo aquello que el hombre hace lo define ante la sociedad, ningún detalle por minúsculo que parezca carece de valor o importancia ya que cada momento, cada segundo en la vida del hombre es parte de una gran cadena de hechos que definirían el concepto que tendrán de él quienes le han conocido, sin mencionar que las manos limpias representan para Dios la pureza de las obras y el trabajo honrado.

El salmo 24 también menciona otra condición: el puro de corazón; porque finalmente para Dios lo realmente valioso esta en el corazón del hombre, aquello que solo Él Todopoderoso y Eterno conoce, pues los hombres pueden ser engañados por medio de las obras; pero la integridad y pureza en el corazón del hombre le agradan, pues no existen dobles intenciones, no existen vanos deseos disfrazados de honradez, no existen afanes ni afectos camuflados en ese ser. Su alma está hecha de la misma sustancia, sin mezclas ni adulteraciones. Por estas razones el Señor condiciona por medio de este canto la salvación, pues cualquiera puede ser integro de obras y malvado de corazón, pero solo el puro de corazón tendrá obras de integridad.

Job 31:5 Si anduve con mentira, Y si mi pie se apresuró a engaño,
Job 31:6  Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad.

Sal 139:23 Examíname,  oh Dios,  y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
Sal 139:24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.

Si queremos ser agradables a Dios tenemos que comportarnos íntegramente, eso quiere decir que todas las aéreas de nuestra vida deben estar gobernadas por Dios y sus leyes, tenemos que ser fieles en todo, no solo en las cosas que nos parecen más fáciles, la integridad y entereza se logran solo por medio de la lectura bíblica, porque la propia palabra de Dios nos enseñará cómo comportarnos, como responder, como administrar, como tratar a nuestra familia, como hablar, como conducirnos, como hacer negocios, etc. Todo lo que yo necesito está en la palabra de Dios pero tenemos que estar dispuestos a abandonar los caminos que nos llevan por oscuras veredas.

No es fácil comenzar un camino de integridad, pero con fe, disciplina y disposición se puede lograr; podemos definir entonces que la integridad nos llevará por camino de rectitud y orden, el parámetro que tenemos para identificar como es nuestra integridad es muy sencillo y esta siempre a la vista:
1- ¿Cómo me comporto con los demás?
2- ¿Cómo respondo a los demás?
3- ¿Cómo me comporto cuando no están o no me ven los demás?
4- ¿Cómo pienso de los demás?
5- ¿Cómo hablo a los demás?
6- ¿Cómo actúo cuando algo no me conviene?
7- ¿Cómo actúo cuando hay circunstancias a mi favor?


Con esos 7 cuestionamientos parece fácil entender en gran manera que tan íntegros somos, pero muchas veces pensaremos muy bien de nosotros mismos, y creeremos que estamos en lo correcto; si eso pasa en su caso LE RECOMIENDO tenga miedo de sí mismo, podría estar siendo vanaglorioso u orgulloso y volviéndose incapaz de reconocer sus fallas.

12.9.17

Luz y Amor

Hace un tiempo hablaba con un cristiano que me decía -los que somos de Cristo ya no podemos llevarnos con borrachos o prostitutas- eso me llevo a pensar muchas cosas a cerca de lo que creemos como hijos de Dios y aunque mi postura ante tal asunto está muy definida hace mucho tiempo, quiero explicar porque estoy en contra de esas aseveraciones peligrosas.

Es bien cierto que la vida del creyente debe cambiar en cuanto empieza a conocer y amar a Dios, porque no se trata de religión, sino de hacer la voluntad de Cristo cada día de nuestra vida, supongo que eso es lo que deberíamos entender todos los que nos acercamos a la cruz de Jesucristo pues en si misma cargó nuestras penas, dolencias, castigos y condenas, perdono nuestros pecados y nos salvó; ahora bien, la condición de dónde venimos fue borrada pero no debería ser olvidada por aquellos que fuimos perdonados, pues esa misma condición de suciedad y vileza nos permite reconocer de por vida la obra redentora del Maestro. No ya para que vivamos de la misma manera sino para testimonio de los hombres y por ende como prueba del gran amor de Dios.

Cuando olvidamos aquella vieja condición de pecado de la cual fuimos rescatados, podemos cometer un error aun peor; me refiero a creer que por propio merito somos santos, eso claro, tiene que ver con la autosuficiencia y el orgullo; pero considero peor aún, creer que somos santos reconociendo que Jesús nos santificó y no entender que debemos compartir esa Gracia, pues conociendo el gran amor de Dios no ejecutamos ese mismo amor, no aprendimos a amar ni a darnos como sacrificio vivo a otros.

Cuando en las iglesias nos llamamos discípulos de Cristo, queda claro que demos hacer las obras del maestro, pues eso es lo que enseñó. De manera que nadie que quiera ser un discípulo de Jesús puede creer que vino al mundo a apartarse de los hombres pecadores, nosotros fuimos perdonados y convertidos en Luz de este mundo, llamados a anunciar las virtudes de aquel que nos llamo de tinieblas a su luz admirable y por ende a compartir esa luz. Y a compartirla con Amor no como jueces o como verdugos, sino como el hijo de Dios que se entrego a sí mismo, pues solo con amor se comparte la luz de Cristo. Recordando que:

Lamentaciones 3:22  Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,  porque nunca decayeron sus misericordias.

Porque ninguno merecíamos ese amor, pero lo dio por su misericordia y fidelidad. Así que nuestro trabajo es llevar ese amor a los borrachos y prostitutas, mostrarles que Cristo no señala ni avergüenza pero ama con verdad y nosotros somos los brazos de Cristo en esta tierra.

22.8.17

La Entrega de Cuentas


Después de haber hablado en el capítulo 24 de Mateo sobre las señales que vendrían antes del fin, Jesús refiere 3 enseñanzas que están estrechamente conectadas con su regreso. El capítulo 25 nos muestra la parábola de las vírgenes, la parábola de los talentos y el juicio a las naciones; al observar detenidamente dichas enseñanzas nos damos cuenta (como ya dijimos) de que tienen un factor común <<El Regreso de Cristo>>. Ahora bien, hay diferencias considerables entre los personajes de las parábolas y nuestro trabajo es ubicarnos simbólicamente entre estos.


Las Vírgenes
(Mateo 25:1-13)
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas,  salieron a recibir al esposo…

Es bien sabido que las mujeres en la biblia representan un gran número de veces, a la iglesia que vendrá a recoger Jesús, sin embargo, una cosa es ser mujer y otra es ser virgen, en este punto debemos considerar que Jesús no solo viene por una iglesia sino una iglesia virgen, no mancillada, no prostituida, no adultera, sino que se conserva pura y santa en espera de su Amado; el texto simbólicamente habla de diez vírgenes, está claro que esto no reduce la cantidad de iglesias, solo nos regala datos extras en el subtexto.

Si usted estudia la numerología en la biblia puede encontrar grandes verdades que arrojaran un brillo espectacular sobre el texto; por ejemplo, diez es número de la ley y cinco es número de gracia, el texto nos dice que cinco de estas vírgenes fueron sensatas y cinco fueron insensatas, puedo entender un par de cosas aquí, cinco vírgenes representan iglesias en la gracia que se salvan a la venida de Cristo, las otras cinco aunque están en el tiempo de la gracia no se salvan por ser insensatas, no podemos conformarnos con creer que estamos en la gracia y nos salvamos por ello, porque seriamos insensatos, sería confiarnos en el hecho de la salvación como la libre que se duerme en el camino y pierde la carrera. El número diez por otro lado me enseña mucho en este texto, hace algún tiempo alguien me dijo que la ley es maldición y que por ello nada de la ley se debe cumplir (imagino que lo dijo en referencia a Gálatas 3:13) pero creo que el que vive bajo la gracia cumple la ley porque la ama, no por obligación sino por amor. Así pues deduzco que las cinco vírgenes vivían bajo la gracia pero cumplían la ley por amor y por ello se salvaron, pues no descuidaron el aceite.

El aceite en la biblia puede representar frecuentemente la unción del Espíritu Santo, ahora, las cinco vírgenes son llamadas insensatas por no prever que necesitarían aceite para sus lámparas en medio de la oscuridad, así como Jesús nos regala un guiño a su regreso (vendrá como ladrón en la noche) también nos habla de la antigua costumbre Judía de bodas en la que el Novio venia en medio de la noche por su amada, dicha costumbre era conocida por las doncellas y jóvenes judíos de aquel momento, así que cuando Jesús menciona la insensatez de las cinco vírgenes casi resulta cómico que aun sabiendo dicho dato, no previeron el aceite.

El aceite (como ya dije) puede representar la unión del Espíritu Santo, esto muchas veces es interpretado de manera incompleta en las iglesias, suponemos en las reuniones que el Espíritu Santo se manifiesta en sueños y visiones solamente pero la realidad del fruto del espíritu es mucho mayor

Mas el fruto del Espíritu es amor,  gozo,  paz,  paciencia,  benignidad,  bondad,  fe, mansedumbre,  templanza;… Gálatas 5:22-23a

El fruto del Espíritu se manifiesta en la vida diaria, si usted lee con atención vera que lo que dice Gálatas son atributos personales que se demuestran en la vida diaria, no solo en las iglesias.

El primer personaje que Jesús viene a recoger simbólicamente es una virgen que cuida el aceite; es decir, una iglesia que vive en la gracia pero cuida la vida diaria mediante la ley de Dios que está escrita en su corazón.

Los Siervos y Los Talentos
(Mateo 25:14-30)

Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes…

Los siguientes personajes que encontramos son los siervos, estos tienen una característica hermosa, son gente que trabaja para el Señor conforme a lo que Dios ha puesto en ellos, existen diferentes tipos de Talentos, y aunque el texto se refiere a una medida económica, está muy estrechamente enlazado con las características y dones personales de los siervos, cada uno de los que servimos a Dios fuimos llamados para servir en diferentes aéreas y circunstancias según lo que Dios ha predispuesto para nosotros.

Los siervos por excelencia son administradores y mayordomos de lo que Dios les ha dado, pero la diferencia entre estos es como administran los bienes espirituales; esto es muy similar a lo que leímos en la parábola de las vírgenes, los siervos todos trabajan para el mismo Señor, todos tienen características de servidores pero lo que define quien es aprobado por el Señor solo radica en quien quiso administrar y multiplicar, lo que el siervo malo le dice a su Señor en el verso 24 toma gran énfasis cuando lo comparamos con la parábola de las vírgenes.

Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo,  y fui y escondí tu talento en la tierra;  aquí tienes lo que es tuyo.  Mat 25:24-25 

Podemos notar la misma circunstancia, suena terrible que aun sabiendo lo que su Señor le pediría simplemente no lo hizo conforme a lo que debía hacer. Entonces el segundo personaje que Jesús viene a recoger es un Siervo que trabaja y multiplica lo que Dios le ha dado.

El Juicio a las naciones
(Mateo 25:31-46)

Mat 25:32  y serán reunidas delante de él todas las naciones;  y apartará los unos de los otros,  como aparta el pastor las ovejas de los cabritos…

El tercer personaje al que Jesús nos remite, son las ovejas o los cabritos aunque en esta ocasión añade un símbolo más, se llama a si mismo Pastor, esto quiere decir que la separación entre unos y otros va mas allá de las obras de ambos, pone como primer parámetro de separación el pastorado de Jesús, aquellos que no son parte de su rebaño quedan automáticamente excluidos, A MODO DE SÍMBOLO diré que los tigres están excluidos, los perezosos, los gusanos, los parásitos, los perros, los gatos, etc. Todo aquel que no sea parte del rebaño queda excluido.

En el verso 34 el Pastor nombra a los de la derecha (las ovejas) Benditos de mi Padre  y Herederos del Reino, es un titulo que toda oveja de Dios debería anhelar, en primer lugar por el significado claro que esto tiene, y en segundo lugar porque el que llama a las ovejas con ese adjetivo es Cristo mismo. Ahora bien la pregunta sería ¿Cómo puedo ganar que Jesús mismo me llame así? La respuesta es muy clara y está en el verso 35

Porque tuve hambre,  y me disteis de comer;  tuve sed,  y me disteis de beber;  fui forastero,  y me recogisteis; estuve desnudo,  y me cubristeis;  enfermo,  y me visitasteis;  en la cárcel,  y vinisteis a mí.

Una verdadera Oveja Bendita de Dios y que Heredará el reino hace todas estas cosas con los que lo necesitan, no quiero decir que por las obras somos salvos pues nadie se salva por sus hechos, mas bien, la oveja que lleva a cabo todas estas cosas da testimonio de su cristianismo correcto y perfecto. Al final podemos entender que los cabritos que son parte del rebaño de Cristo no las hacen y los llama <<malditos>>, esto es un terrible adjetivo para alguien que quiso seguir a Cristo pero está justificado en el entendido de que no hicieron su deber, aun sabiendo que debían hacerlo.


Podemos ver en este capítulo ante la rendición de cuentas que pedirá el Señor en el fin de los tiempos que el señor busca gente administradora, así las ovejas como las vírgenes, como los siervos, todos ellos debían ser buenos administradores de la gloria de Dios en sus vidas, el Señor no se conforma con seguidores sino con hacedores de la buena voluntad de Dios, nuestro Dios no necesita hijos negligentes ni insensatos que pasen su vida en las iglesias, que sabiendo el bien no lo hacen, sino gente que aprenda y haga lo que Él quiere; la mano que se extiende y ayuda al necesitado siempre es enviada de Dios y administra bien los talentos, los dones y el Espíritu Santo en su vida.

14.8.17

El Tesoro del Hombre

Cuando hablamos de pertenencias, tesoros y economía en las iglesias, nos metemos en terrenos difíciles de tratar; sobre todo por la naturaleza humana del APEGO, que desde la perspectiva psicológica es un vínculo dependiente hacia personas, objetos, ideas o situaciones en nuestra vida, hasta el punto de creer en la necesidad de poseerlo para sentirnos felices.

La idea de posesión es inconsciente e inherente a la naturaleza humana, ya que somos seres sociales y por ello consideramos a las personas que nos rodean como parte de nuestra vida por los vínculos y lazos que entablamos con ellos. Las propiedades materiales de que disponemos son consideradas posesiones por el simple hecho de haberlas comprado o adquirido de alguna manera sin considerar que tanto objetos como personas no son para siempre y que constantemente la vida cambia de circunstancias; dichos cambios son un enfrentamiento directo al apego natural del hombre.

El sentimiento de apego que experimentamos puede dañar seriamente nuestra relación espiritual con Dios ya que de él se desprenden muchos males, algunos de los cuales pueden ser: enojo, frustración, ira, temor, ansiedad, tristeza, violencia, etc. Y es que al experimentar un desprendimiento involuntario sobre aquello de lo cual nos sentimos poseedores, podemos experimentar (inconscientemente) la devaluación de nuestra persona aun cuando ello no sea cierto. Un auto, una pareja, una casa o un trabajo nunca le quitan valor al corazón humano.

En Mateo 6:19-20 Nuestro Señor Jesús dijo:

No os hagáis tesoros en la tierra,  donde la polilla y el orín corrompen,  y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo,  donde ni la polilla ni el orín corrompen,  y donde ladrones no minan ni hurtan.

¿Cómo es posible? Jesús quiso que el ser humano no dependiera de ninguna cosa natural para encontrar la felicidad, pues todo puede ser corrompido hasta perderse, pero los tesoros eternos perduran por siempre. Ahora bien, en cuanto a la felicidad, esta es el desprenderse de todo delante de Dios y dejar que Romanos 8:28 surta efecto

Y sabemos que a los que aman a Dios,  todas las cosas les ayudan a bien,  esto es,  a los que conforme a su propósito son llamados.

Aquel hombre que no tiene el excesivo apego por las cosas de este mundo encontrará la felicidad dejando que Dios haga su voluntad en cada circunstancia pues Job dijo:

Desnudo salí del vientre de mi madre,  y desnudo volveré allá.  Jehová dio,  y Jehová quitó;  sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:21

El psicólogo Walter Riso dijo “Cuando eres incapaz de renunciar al deseo, estás en el apego” existe una excesiva renuencia por dejar lo material y la razón es dicho sentimiento, sin embargo esto afecta (como ya dijimos) la relación de fe y confianza que tenemos en Dios, no podemos depender totalmente de la provisión de Dios si aun nos afanamos por conservar lo que consideramos nuestro. Por eso mismo pablo explicó en Filipenses 3:8

Y ciertamente,  aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,  mi Señor,  por amor del cual lo he perdido todo,  y lo tengo por basura,  para ganar a Cristo,

La verdadera confianza en Dios subsiste en la fe de que Él mismo sostiene nuestra existencia y no necesita ayuda; y aquellos que según Mateo 5:3 han renunciado en espíritu a todo “los pobres de espíritu” o que no se han arraigado a nada natural sino a los tesoros eternos, serán poseedores del Reino de Dios porque han logrado dejar todo con tal de seguir a Cristo.

Así pues entendemos que nuestra relación con Dios puede ser dictaminada según aquello a lo que consideramos Tesoro.

Porque donde esté vuestro tesoro,  allí estará también vuestro corazón.
Mateo 6:21

17.7.17

Jesús y Nicodemo

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo,  un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche,  y le dijo: Rabí,  sabemos que has venido de Dios como maestro;  porque nadie puede hacer estas señales que tú haces,  si no está Dios con él. Juan 3:1-2

En cierta ocasión se acercó Nicodemo a Jesús y como ya leímos, uno de los miembros principales del Sanedrín, sin embargo en este hombre se ve una naturaleza dual tal y como viven muchos cristianos hoy en día; por un lado hace una afirmación importante de reconocimiento “sé que eres una Maestro que viene de Dios” y por el otro lado “lo visita de noche”, esto es un claro síntoma de que no quería ser descubierto por los judíos, es decir, confiaba en que Jesús era el Rabí pero debía disimular lo que creía de él. Esto parece muy familiar cuando lo comparas con el tipo de creyente que por un lado confiesa creer en Jesús, pero por el otro se oculta ante la sociedad para no ser descubierto como cristiano.

Alegóricamente, Nicodemo queda cubierto de la sociedad por las tinieblas de la noche, de manera que no sea evidente su camino, obviamente esto es a modo de simbolismo para nuestra vida, las tinieblas son el mejor lugar para ocultar nuestra relación con Dios, ante el mundo el cristiano promedio se oculta en el pecado, bajo el argumento de que “todo es licito” o “todo me está permitido”, hablamos evidentemente de aquel que ya sabe la ley de Dios, aquel cristiano que bajo la premisa de no ser “religioso” hace como le place y satisface constantemente los deseos carnales; aclararé que no se trata de ser el tipo de cristiano que se encierra en la iglesia a orar, sino de vivir una vida cristiana afuera, una vida de luz y de evidencia de que Jesucristo ha nacido en mi vida y me ha hecho nueva criatura.


Hay que prestar mucha atención a que Nicodemo había entendido medianamente la Persona de Jesús, pues lo visualiza como “maestro” solamente y en base a los milagros deduce que “viene de Dios”, entonces podemos entender que todo aquel que pretende ocultarse aun inconscientemente de los ojos de la sociedad, no ha conocido la verdadera identidad de Jesús, no le ha conocido como Cristo ni como Salvador; sino solo como un maestro de buenas filosofías de vida y como un predicador sabio pero nunca como el autor y consumador de la fe.

Aunque no todo es malo en Nicodemo, pero de su historia podemos aprender que todo esto confirma lo que los versículos finales del cap. 2 nos dicen:

Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua,  muchos creyeron en su nombre,  viendo las señales que hacía.  Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos,  porque conocía a todos,  y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre,  pues él sabía lo que había en el hombre. Juan 2:23-25

A Jesús nunca le podemos engañar, nuestras intenciones son claras a sus ojos, porque el sabe como nos acercamos y las condiciones no le hacen dudar, Él tiene pleno conocimiento de cómo esta nuestro corazón y confianza en su Nombre

4.5.17

Confiar en Jesús

Juan 16:33  Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.  En el mundo tendréis aflicción; pero confiad,  yo he vencido al mundo.

Empecemos por saber algo importante en la vida cristiana, es una de las reglas más ignoradas de la cristiandad moderna, porque muchas iglesias están plagadas de buenos argumentos, conferencistas que enseñan que un cristiano no tiene problemas, o que la vida de la mano de Jesús es siempre más fácil. Es un argumento bellísimo y entusiasta pero equivocado, el cristiano real debe de tener complicaciones, pruebas y dificultades porque Jesús lo dijo –En el mundo tendréis aflicción– además la vida cristiana es una preparación constante para llegar a la estatura del varón perfecto según lo dijo el apóstol Pablo. Por otro lado la prueba constante será el resultado de la enseñanza previa de Dios. ¿Cómo puede probar Dios tu carácter si antes no te ha enseñado? De manera que toda prueba de Dios es el efecto de la enseñanza.

Otra razón por la que el hombre o la mujer cristianos tienen problemas es por la consecuencia del pecado, cuando pecamos fallamos a nuestro padre celestial y como Él dijo, es necesario reprender a los hijos que se ama (proverbios 3:12) y si deseamos ser hijos pero que no se nos reprenda ni corrija seriamos mas bastardos que hijos (Hebreos 12.8

El trato de Dios es otro de los casos importantes por los que las cosas no salen como deseamos y aunque la biblia no enseña exacto lo que es TRATO DE DIOS, por costumbre popular cristiana podemos entender que es cuando Dios obra con algún fin específico sobre nuestra vida. Es decir, Dios hace lo que quiere porque es soberano y nosotros se lo pedimos – Venga tu reino. Hágase tu voluntad,  como en el cielo,  así también en la tierra– (Mateo 6:10) de esta manera entendemos que debemos poner nuestros planes en manos de Dios pero al final, su voluntad soberana será la que decida por nosotros que es lo mejor, el problema empieza cuando no aceptamos dicha voluntad aun cuando primero pedimos que hiciera lo que Él quisiera. 

Sea prueba o consecuencia o trato de Dios a los hijos que le aman, siempre será de beneficio porque el Señor estará trasformando el carácter humano que debe ser tratado entendiendo que bajo la voluntad y el dominio del Rey Eterno todo lo que pase en nuestra vida será para bien (Romanos 8:28).

Entonces podemos entender por qué Pablo decía a los filipenses:
Regocijaos en el Señor siempre.  Otra vez digo: ¡Regocijaos! 
Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres.  El Señor está cerca. 
Por nada estéis afanosos,  sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,  con acción de gracias. 
Y la paz de Dios,  que sobrepasa todo entendimiento,  guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 
Filipenses 4:4-7

7.4.17

Jesús y el Centurión

Mateo 8:5-13
5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 
6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 
7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 
8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará. 
9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 
10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 
11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 
12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 
13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

Es un texto que ha sido bastante conocido y predicado por la gran fe de un hombre que, aun al propio Jesús le sorprendió, así que quisiera profundizar en algunos detalles que me resultan interesantes. La palabra Capernaum es una transliteración del heb. Kefar Nâjûm, “aldea de Nahum” y Nahum significa “consolación” por tanto: Jesús llego a tierra de consolación, y este consuelo no solo es un buen titulo para la aldea; más bien, El VERDADERO Consolador había llegado andando. 

Lucas 7:1 nos cuenta la misma historia pero cuando uno lee ambos textos pareciera (literariamente) que el Centurión de quien refieren ambas historias son personas muy diferentes, aun cuando en general nos hablan de lo mismo, las peculiaridades entre Mateo y Lucas hacen que conozcamos al Centurión de manera diferente. En este texto no hablaré sobre las diferencias en el personaje, sino que me enfocaré en hablar del personaje que sugiere Mateo por elección propia. 

 El V.5 nos dice que el centurión “vino a Él” y esto es uno de esos puntos importantes que quiero observar, en solo 3 palabras la biblia nos recuerda cómo funciona de manera adecuada la vida del creyente no judío. Un hombre como el centurión sin ser judío y tomando en cuenta la personalidad que tenía como jefe militar, logra impactar a Jesús con lo que hace. “vino a Él” “Rogándole”, quiero expresarle lo que yo imagino de esta escena y por lo mismo estoy impresionado por este centurión. 

vino a Él – siempre que tenemos problemas, o algún tipo de necesidad nos vemos obligados a venir a los pies de Jesús (usted ah leído bien, dije que nos vemos obligados); sin embargo todo el trasfondo que hay de esto es importante. Venir a Jesús es reconocer que le necesitamos y por ello en “cierta medida” hay un rompimiento del orgullo, aun cuando venimos por propia voluntad estamos eliminando cualquier vestigio de orgullo que pueda haber en nosotros. Muchas veces el orgullo está escondido detrás del miedo a la vergüenza o en el NO creer que Jesús pueda hacer algo por nosotros, etc. pero eso es tema para otro estudio. 

El Centurión rompió su propio orgullo no solo al venir a Jesús sino otro par de veces en este texto, por ello elegí Mateo. Me gusta imaginar lo que este hombre debió hacer para recibir CONSUELO. 

Estamos seguros de que este hombre tenía un rango importante a su cargo, liderar a 100 hombres no es fácil y menos cuando no existían los medios de comunicación actuales, entonces, un centurión con este rango viene a Jesús acertando en todo. Lo sorprendente es que este hombre no era discípulo. Quiero imaginar que alguna vez el centurión mientras cumplía con su deber, de pie cuidando de alguna entrada o patrullando alguna plaza, escucho el mensaje de Jesús. 

Puedo ver la plaza concurrida, Jesús dando alguna enseñanza o trayendo sanidad a la gente y el centurión, en una postura firme, sosteniendo su escudo con un brazo en su mano la lanza, sin poder manifestar emociones por el mensaje de un judío rebelde. Y en su corazón las palabras de Jesús vibrando estridentemente, su respiración se agita y su corazón está por partirse… aquel hombre, militar, tan fuerte y capaz que ha logrado ascender en la cadena de mando, estremecido por las palabras de un carpintero judío, y por si fuera poco, en medio de la multitud Jesús voltea a verle con una mirada de amor y el corazón de este guerrero, oficial del ejército, entrenado, capaz y fuerte por excelencia, queda hecho añicos. Y usted podría preguntar ¿cómo es que me imagino todo esto? La respuesta es fácil. Por lo que la biblia dice: 

“vino a Él un centurión, rogándole y diciendo Señor” 

El término griego ocupado para rogar fue “parakaléo” que significa: implorar, suplicar por consuelo. En otras palabras este hombre buscaba el consuelo por su situación difícil y sobre todo imploró y rogó a un judío. 

Otro termino interesante ocupado en Mateo es Señor, que en realidad fue escrito kúros que significa: supremacía, supremo en autoridad, Señor, soberano, ungido, hacedor, amo, Cristo, Dios, dueño. Por lo tanto este hombre sorprende a Jesús no solo por lo que dijo cuando hablo de que no era digno de recibir a Jesús en su casa, sino que también, sin ser discípulo ni seguidor, simplemente le conoció como el “Supremo en Autoridad” ya que el mismo centurión sabía los términos de la autoridad. 

Sabemos lo que sigue, y es que Jesús accede a ir a sanar al criado pero el centurión responde, Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad,… 

 Como vemos, Jesús queda sorprendido no solo por esta frase, sino por porque desde lo profundo de si, este centurión, quito todo hilo de orgullo que pudiera afectar el milagro; buscando a Jesús, reconociéndole como Supremo en Autoridad y Dueño, suplicándole por consuelo, y ya solo como la cereza del pastel, decir que no es digno de estar en autoridad sobre Jesús. 

Recordemos que cuando entramos en la casa de otra persona entramos bajo su autoridad y esto lo sabía aquel Soldado por ello, declaró: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad,… 

En respuesta a todo esto, Jesús se maravilló; y cabe mencionar que solo este centurión en el texto de Lucas y en el de Mateo, logro Maravillar a Jesús. ¡Qué inmensa fe logro mostrar este centurión! que ni era discípulo ni seguidor, que aun entendió quien era Jesús antes que Pedro en Mateo 16 y que hizo todo para impresionar a nuestro Señor. Pero todo ello no queda ahí solamente, sino que según lo dice Jesús en el Verso 11 

Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 

¡Nosotros somos esos gentiles! De occidente, de oriente y tenemos la capacidad como este centurión de maravillar a Jesús por la cantidad enorme de fe que podemos tener. No por lo que somos, ni por lo que tenemos, no por el renombre o por el grado que poseemos, no por los títulos, solo por la humildad y la fe.